martes, 14 de junio de 2011

El cigarrillo


Es uno de los formatos más populares en el consumo de tabaco. Un cigarrillo es una planta seca (popularmente tabaco) picada recubierta por una hoja delgada en forma de cilindro, comúnmente acompañado por un filtro.
Fue definido ya por Bartolome de las Casas en su Historia de las Indias como «ciertas hojas secas envueltas en otras hojas, también secas, parecidas a los petardos. Se encienden por un extremo y se chupan por el otro para introducir en los pulmones ese humo con el que adormecen el cuerpo y así se embriagan».
Fue condenado por Jacobo I de Inglaterra por «repulsivo para el olfato, desagradable para la vista, peligroso para el cerebro y nocivo para los pulmones».
El cigarrillo en la adolescencia:
 Los estudios demuestran que el hábito de fumar se inicia cada vez a más temprana edad. Más allá de los sabidos efectos nocivos para la salud, los jóvenes están constantemente expuestos a mensajes implícitos en la publicidad que otorgan atributos deseables a los fumadores.
A esto se agrega que muchos jóvenes enfrentan modelos de padres, amigos o familiares que tienen como hábito el fumar. En este contexto, la prevención o detención del hábito se dificulta a partir de la contradicción en la información que manejan los jóvenes.
A la hora de enfrentar el tema, es bueno que los padres tengan presente que mientras más temprano sea el inicio del consumo, mayor es el riesgo de enfermedades relacionadas y más difíciles se vuelve dejarlo. Así también, el tabaco es considerado potencialmente por algunos especialistas como un umbral de entrada al consumo de otras sustancias más nocivas.
¿Por qué los jóvenes fuman?
Las razones de inicio en este hábito por lo general se asocian a lo que consiguen a través del consumo, más que el gusto por el cigarrillo en sí mismo.
Son muy pocos los casos en que el cigarro o sus efectos les son agradables, pero hacerlo les permite sentirse parte del grupo de amigos o bien “alcanzar” la imagen que se vende a través de la publicidad, e incluso en ocasiones lo ocupan como medio de captar la atención de sus padres.
En cuanto a la propensión al consumo, los hijos de padres fumadores son los que presentan mayor riesgo de iniciarse en el hábito.

Prevención
Los jóvenes actúan siguiendo un modelo, por lo que la mejor forma de evitar que los hijos fumen es que dicha conducta no esté presente en su casa. Si los padres fuman, lo ideal es que no se haga delante de ellos.
Los padres pueden intentar representar la situación con sus hijos, donde se actúe distintas maneras de negarse ante la petición de los amigos, intercambiando los roles, es decir, dando la oportunidad a los hijos de representar a quien presiona y a quien se niega.
Es importante saber y estar bien informado sobre esto, ya que atreves de esa información estaremos seguros de lo que hacemos y estaremos dispuestos a las graves enfermedades que este causa.
Cuida tu cuerpo si quieres vivir más.
No fumes salva una vida más........

Elaborado por: Dayana Sanchez 2do "C"

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