Eclipse lunar
Un eclipse lunar es un evento astronómico que sucede cuando el planeta Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, es decir, cuando la Luna entra en la zona de sombra de la Tierra. Esto sólo puede ocurrir en la fase de Luna llena.
Historia de su estudio
Cristóbal Colón, en su segundo viaje a La Española, observó el eclipse de Luna del 14 al 15 de septiembre de 1494, y comparando las horas del comienzo y fin del mismo con las registradas en las observaciones de Cádiz y São Vicente (Madeira) dedujo definitivamente la esfericidad de la Tierra ya descrita por Ptolomeo.
Valiéndose de las efemérides lunares, predijo y utilizó el eclipse lunar del 29 de febrero de 1504 para obtener de los indígenas de Jamaica los víveres que aquellos se negaban a proporcionarles.
Juan López de Velasco, que en 1572 fue nombrado cosmógrafo mayor del rey español Felipe II, redactó por encargo de éste unas normas para la correcta observación en España y América del eclipse de Luna del año 1577 e ideó un instrumento especial para observarlo personalmente, remitiendo un modelo para que se pudiera construir fácilmente en todas partes. Por las observaciones realizadas se pudo precisar la longitud de muchos puntos geográficos.
Mitología
Los hindúes a principios de nuestra era trataron de explicar los eclipses de luna mediante el mito de Rahu (que se cuenta en el Bhágavat Purana, entre otros). Los semidioses y los demonios batieron el océano de leche (uno de los siete exóticos océanos lejanos, dentro de este mismo planeta) para extraer el néctar de la inmortalidad. Cuando éste se produjo, una forma femenina del dios Vishnú los hizo formar fila. Primero les entregaría un trago a cada semidiós y luego repartiría el resto entre los demonios.
Rahu entonces adoptó forma de semidiós para participar de la primera dosificación de néctar. Cuando le tocó su turno y levantó la copa para tomar una gota de néctar, Soma (dios de la Luna) se dio cuenta de la impostación y le avisó a Vishnú, quien le cortó la cabeza al demonio con su disco chakra. Como Rahu ya tenía la gota de néctar en la boca, su cabeza se volvió inmortal, quedó colgada de la bóveda celeste y cada tanto se come a la Luna en venganza.
Cuando sucede un eclipse, los hindúes se ocultan temerosos en sus casas, ya que lo consideran un acontecimiento "inauspicioso" (a-shubha).
Algunos eclipses de Luna tuvieron importantes consecuencias históricas. Estos son tan sólo unos ejemplos:
- El eclipse del 27 de agosto del 413 a. c. retrasó la partida de la flota griega, lo que provocó la derrota de Siracusa.
- El eclipse del 20 de setiembre de 331 a. c. tuvo lugar 11 días antes de la batalla de Arbela, desmoralizando a los persas y favoreciendo la victoria de Alejandro Magno.
- El eclipse del 3 de septiembre del 172 a. c. fue previsto por el tribuno romano Sulpicius Gallus evitando que sus soldados se atemorizaran justo en la víspera de la batalla de Pydna.
- El eclipse del 1 de marzo de 1504 fue aprovechado por Cristóbal Colón para atemorizar a los indios de la isla de Jamaica y conseguir que pertrecharan sus naves.
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