La fiebre reumática continúa siendo en las zonas rurales un problema de salud, especialmente en niños. Con frecuencia se consulta en los servicios de urgencia por un cuadro febril agudo con artritis concomitante. Es saber reconocer y tratar una fiebre reumática en sus estados iniciales evitan las secuelas cardíacas posteriores.
DEFINICIÓN
Es una enfermedad inflamatoria sistémica del tejido conectivo, aguda o subaguda, que aparece como una secuela retardada de una infección faríngea por estreptococos del grupo A en personas con predisposición genética a la enfermedad. Compromete principalmente e
TRATAMIENTO
El tratamiento de la enfermedad ya declarada y diagnosticada se reduce al reposo y al uso de la aspirina en dosis aproximada de 100 mg por kg de peso por día, tratando de obtener un nivel plasmático de 25 a 30 mg por 100 ml. No cambia el curso de la enfermedad, como tampoco lo hacen los corticosteroides; mejora rápidamente la artritis y la fiebre es de menor duración. Los pacientes con carditis severa o con insuficiencia cardíaca deben ser tratados con prednisona, 40 a 60 mg por día.
El reposo debe ser mantenido por dos a tres semanas mínimo y, si hay carditis, alrededor de seis semanas. En presencia de insuficiencia cardíaca pueden utilizarse diuréticos y muy raramente la digital. Debe practicarse en forma simultánea la erradicación del estreptococo (véase prevención primaria).
PREVENCION
Prevención primaria. En Colombia es utópico pensar que se puedan caracterizar bacteriológicamente las faringolamigdalitis; por esto, cuando se acompañan de fiebre y exudado, se deben tratar como si fueran estreptocócicas. El tratamiento consiste en lo que se ha llamado erradicación del estreptococo; la droga de elección es la penicilina y la preparación más conveniente es la benzatínica intramuscular 600.000 U, dosis única para pacientes de peso menor de 30 kg o 1´200.000 U para los de peso mayor. En vez de la forma inyectable se puede usar la forma oral, penicilina G 200.000-250.000 U tres a cuatro veces al día por 10 días, u otras preparaciones orales como la penicilina V (alfafenoximetilpenicilina). En caso de alergia documentada a la penicilina, se usa la eritromicina 40 mg por kg de peso por día, sin pasar de 1 g por día. Las drogas bacteriostáticas como las sulfas y las tetraciclinas no se recomiendan por inefectivos en la prevención primaria.
Prevención secundaria. Es muy efectiva y si se lleva a cabo de manera adecuada prácticamente elimina las recurrencias. Se inicia con el tratamiento de erradicación del estreptococo descrito, seguido de la inyección mensual de 1´200.000 U de penicilina benzatínica. En los casos con alergia a la penicilina se puede usar la sulfadiazina: 0,5 g diariamente a pacientes con menos de 30 kg de peso y 1,0 g a los de mayor peso. Otra alternativa es el uso de eritromicina 250 mg dos veces al día.
No hay consenso absoluto sobre la duración de este tratamiento profiláctico. Lo ideal sería mantenerlo de por vida, pero se deben pesar individualmente las excepciones. Lógicamente los pacientes con enfermedad valvular deben continuar el tratamiento de por vida, aun después del implante de válvulas prostéticas.
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