martes, 14 de junio de 2011

Francisco de Miranda

Nació en Caracas el 28 de marzo de 1750 y murió encarcelado en Cádiz (España) el 14 de julio de 1816. 

Francisco de Miranda llegó a ser considerado por los británicos el campeón de la libertad de las Colonias Hispánicas de América; y el historiador venezolano Mariano Picón Salas, lo llamó el primer criollo de dimensión histórica mundial. Miranda estudió sus primeros años en Caracas con maestros particulares y al llegar a la Universidad , cursó filosofía, derecho, historia y arte. A los 21 años, compró en España el título de Capitán (por el precio de 85.000 reales de vellón).  Se inició como soldado, en África siendo miembro de la infante de la princesa, su carácter lo hizo enfrentarse frecuentemente a sus superiores y fue llevado a prisión en Cádiz.  Francisco de Miranda fue ascendido a Teniente Coronel por su actuación en el Sitio de Pensacola, pero pronto intrigas a su alrededor, hicieron que se retirara del ejército español. Marchó entonces hacia los Estados Unidos, en donde conoció personalmente a George Washington.  Un diplomático español acusó a Miranda de traición, y solicitó ante el gobierno inglés la entrega del caraqueño, pero la extradición del Generalísimo -título que se le otorgó más adelante- nunca llegó a efectuarse.  Con el inicio de la revolución francesa, Miranda se alistó en el ejército francés y recibió el grado de Mariscal de Campo. Para las tropas galas alcanzó numerosas victorias y se le asignó el mando del ejército de Bélgica. Pero entonces las intrigas de los generales franceses, quienes se sentían desplazados por el militar venezolano, le llevan ante la convención nacional. Declarado libre de culpas en esta oportunidad, no pudo escapar a una nueva acusación: fue apresado por ser considerado miembro del Partido de los Girondinos, y permanece encarcelado hasta la muerte de Robespierre. Después de otra estadía en prisión, Miranda salió de Francia atravesando el Canal de la mancha. En  Londres, intentó conseguir recursos para emprender en América su empresa libertadora. Pero sus esfuerzos ante el gobierno inglés resultaron en vano. El Generalísimo marchó luego a Nueva York y se entrevistó con el Presidente Thomas Jefferson. Sin embargo, tampoco obtuvo la ayuda que esperaba del gobierno de los Estados Unidos, para entonces, con muy buenas relaciones con España. Para invadir la Capitania General de Venezuela, Miranda organizó una expedición armada, formada por los  lagos y maleantes que encontró en los muelles de Nueva York, zarpó en el buque Leander (llamado así en honor a su hijo primogénito). Al llegar a las costas venezolanas, enarboló la primera bandera nacional (1806). Ante semejante atrevimiento, las tropas españolas los recibieron con fuego y tuvieron que escapar.  Intentó Miranda una segunda expedición, y esta vez, desembarcó en Coro, pero fue nuevamente derrotado y para pagar a la tripulación tuvo que vender el buque Leander. Decepcionado, Francisco de Miranda regresó a Londres, en donde años más tarde, se entrevistó con Simón Bolívar, Luis López Méndez y Andrés Bello. Bolívar lo convenció de que su experiencia era necesaria para alcanzar la independencia de América y, con tales ideas en mente, Miranda regresó a Caracas. De nuevo en Venezuela, reaparecen las intrigas en contra de Miranda. Su actuación en la capitulación hecha, sin consulta previa, ante el General español Monteverde, marcó su destino. Considerado traidor, por la pérdida de la Primera Republica, fue arrestado y encerrado en La Carraca de Cádiz, España.








Elaborado por: Julieth Perez.

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